Las compañías de teléfono temen a la eSIM
A principios de este año se anunciaba el fin de las tarjetas SIM. Gracias a su desaparición, ya no tendremos esperar a que nos envíen un formato de tarjeta nuevo al cambiar de terminal y los tediosos cambios de operadora pasarán a la historia.
Y eso parece que asusta y mucho a las operadoras.
La eSIM es un chip integrado en el interior del dispositivo y que traerá cargado por defecto los datos de los operadores de cada país para que, desde el propio terminal, el usuario pueda cambiar de operador cuando quiera.
Una vez que los clientes no tengan contrato de permanencia con su operadora, ya no habrá nada que los ate a ella, ni si quiera el miedo a enfrentarse a un largo periodo de cambio de compañía con sus respectivos papeleos y plazos. Y por esto podrían ser las propias operadoras las que por sus propios intereses estén frenando este proceso.
La desaparición de la SIM se acordó para este 2016, pero ahora todo apunta a que el proceso ha sido paralizado. Tan sólo Alemania y Reino Unido han dado un pequeño paso en este sentido lanzando al mercado el primer dispositivo con eSIM o SIM virtual, el Samsung Gear S2 a través de Telefónica.